viernes, 8 de abril de 2011

Entremés sobre el Aprendizaje y la Liberación

Mi vida, es mi propio teatro.
Hace unos días tuve oportunidad de experimentar mi primer "asesoramiento" en las lides de la crianza. Tal acto ha sido una sorpresa para mí, pues particularmente no me caracterizo por ser una persona que de consejos ni  recomendaciones y menos aún, sobre mis experiencias de mis 18 meses con Bruno. Pero no sé que sucedió ese día. Mi verborrea fue desmedida. Me quedé apabullada y sorprendida conmigo misma. Me encontré,de repente en una situación excepcional y paradójica para mí.
 Así fue, el inesperado y singular teatrillo sobre mi aprendizaje y liberación en esto de las habilidades sociales.
Intentando organizar el cuarto de Bruno, necesito deshacerme de mil y un cachivaches.He comenzado con la bañera y un parque cuna para los cuales había dos opciones en cuanto a destino. La primera, tirarlos a la basura (esta era la opción de "mi queridísimo"; o la segunda, dárselos a alguien que le pudiera dar uso nuevamente. Esta última fue la opción ganadora: ¿adivináis a quién se le ocurrió? 
Total. Una compañera de trabajo de mi suegra que dentro de 5 meses será una orgullosa y feliz abuela ha sido la agraciada con tales prebendas.La pobre mujer no está bien económicamente. Madre soltera a parte de su trabajo en la Universidad como limpiadora y del que la despedirán sino aprueba las oposiciones de auxiliar de servicios, reparte las horas del día ganándose unas perras extras limpiando escaleras.A esto se le suma, la hija embarazada y sin trabajo, ella y el yerno.Así que pensé:"Mejor candidata imposible."
 Me puse en contacto para que viniera a casa cuando quisiera, y así lo hizo. Se presentaron: madre, hija y yerno. Ya en el cuarto de Bruno y echas las presentaciones,comenzó mi proceso de catársis o de expulsión espontánea de oratoria. Charlamos sobre el estado de la hija: de cuanto estaba, como se encontraba, si sabían el sexo del bebe,...etc. Hasta que llegó el momento de entregar los enseres.
Me dirijo hacia la bañera. La novedad de la bañera es que la compramos con un soporte que hace las veces de patas lo que facilita el baño del niño/a evitando con ello hacerte daño en la espalda.Esto les maravilló.Cuando le estoy explicando, a la hija, lo maravilloso de tener la bañera elevada se me ocurre decirle: "Este invento es fantástico. Con todo lo que te espera, lo que te faltaba era romperte la espalda bañando al niño/a." 
Y..¡Zas! Sucedió.Como si estuviéramos en pleno siglo de oro, me sentí partícipe de una representación teatral siendo la protagonista de este pequeño sainete.Empezando por  dar  consejos sobre la utilidad de una bañera, para terminar, el primer acto, advirtiéndole las cuatro palabras clave en la labor de crianza del retoño:"Supervivencia,(deseos de dormir y no poder),Implorar,(no vómitos, no cacas, no llantos),Inmolación (esto en el peor de los casos si el enemigo/a (hijo/a) se ha hecho con lo que quedaba de tu robusto, recio y fornido cuerpo. Y por último,Hilarante(situaciones cómicas en las que te ves, tú y tu pareja. Y que son y serán muchas)." 
A continuación, el siguiente acto:desmontar la bañera.Ingenua de mí.Esto está chupado.O-O!! Me quedé paralizada: "¿Cómo c...o se pliegan las puñeteras patas?"Miré el soporte de arriba a bajo. Incluso lo levanté para ver si había algún mecanismo en el interior, y nada. Hasta que la hija me dijo: "Creo que con que tires hacia arriba ya está" .Y pensé: "¿Mira tú, la NI NI ésta?".Efectivamente,más simple no podía ser. Pues acto seguido le dije: "Cómo se nota que yo no soy ni la que monté la bañera, ni la que me encargué de bañar al niño".Aaaarg!!Caí en mi propia trampa, "los estereotipos de género y su reproducción social": en Casa de herrero...Cuchara de palo.
La escena era propia de los Entremeses cervantinos. Esta vez, el personaje era el marido.El futuro papá, con pinta de soldado espartano: impertérrito, impávido e impasible ante tal sketch. En los 10-15 minutos que duró la visita, no dijo, ni esta boca es mía.Imagino que pensaría: "Esto son cosas de mujeres. Mi trabajo aquí es cargar los bultos y trasladarlos a casa." De hecho, cuando solté aquella parrafada sobre las tareas, le miré, toda azorada, para confirmar que mis palabras vaticinaban que este tarambana, trafamelgas y saltabardales, no formaba parte del reparto de este breve relato... 
Al fin y al cabo,y como desenlace de este Entremés, he descubierto que, a parte del cuidado del retoño existen otros elementos fundamentales que forman parte de esta labor de crianza. Hablar de como es tu día a día con tú hijo no debe ser un secreto.Creo que además de contraproducente se debe de hacer por salud mental. Mi proceso de aprendizaje está siendo paralelo al de Bruno pero aún así, creo que me faltaba,una pieza importante en el puzzle:las relaciones sociales con otros padres, futuros o ya bregados en el tema pues al igual que el niño necesita del contacto con otros ambientes y otras personas es importante, y en este caso, para mi también el desarrollo de contactos fuera de casa para poder descubrir y adquirir experiencias sociales de otros contextos familiares. Creo que de nada adelanto con estimular el contacto de Bruno con otras personas si yo no lo hago. El ejemplo y las actitudes son lo que realmente enseñan y educan a los pequeños/as. 
Con lo cual, después de esta experiencia, breve,llena de significado y desde un enfoque constructivista, el enriquecerme de otras experiencias y el hablar de las mías propias ha sido y están siendo toda una liberación que me está haciendo sentir más segura, más serena y con una autoestima más alta. 


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