martes, 22 de noviembre de 2011

Mini-Yo


Quizás para el Doctor Maligno tener una réplica exacta a él: "lo llenaba de orgullo y satisfacción" pero en mi caso, no es así. "El canijo de la foles" es: "MY PERSONAL MINI-ME". Sinceramente es HO-RRO-RO-SO tener PER-MA-NEN-TE-MEN-TE al enano detrás mío repitiendo e imitando todo, todo, pero absolutamente todo lo que hago y encima con recochineo: "Maaaamiiii. Te persigooo. Estoy detrás tuuuuyaaa."
Dentro de esta "ATRACCIÓN FATAL" se ha tomado "la licencia" de apropiarse de mi único recurso lingüístico para poder desahogarme en situaciones calificadas de alto estrés: "¡HOSTIA!"
Casualidad o no, hemos observado que por lo general utiliza la interjección para denotar asombro, sorpresa y admiración cuando vamos a comprar a algún supermercado: imagino que para él, eso de ir de compras, será como para nosotros un día de descanso, que ahora son pocos y no os podéis hacer una idea de lo¡¡¡emocinante!!! que resulta y lo que se puede llegar a ¡¡¡¡desear!!!!!!
El pequeño "Latre" el otro día repitió hasta la saciedad mi maravilloso y socorrido taco con una naturalidad y soltura humorístico-festiva que haría pensar, a cualquier académico de la lengua, que la palabra está totalmente integrada en su vocabulario. Y lo más, de lo más, es que lo suele acompañar,- pues se trata de un espectáculo completísimo-, con la canción de los payasos, ( de título redundante y tildada de esconder un mensaje "gay"), "Hola D. Pepito. Hola D. José."
Es gracioso...Una vez, dos, tres y hasta cuatro, si me apuras. Pero la quinta te quedan dos opciones: primera, dejar al niño "DEL CORO" en la zona de frutería con una lata vacía, para depositar los donativos, y un cartel colgado al cuello en el que rezaría: "LO TERMINARÁS HACIENDO" o segunda, y menos drástica, cambiar de supermercado, quizás...¿Hiper-Dino? Estoy segura que también sería zona CALIENTE de inspiración musical y otras OBSESIONES. No hay otra cosa PEOR, en el UNIVERSO de las repeticiones de un niño, que le pille cariño a un personaje de ficción llámese Dino, Sportacus, Bob Esponja, Caillou...etc,. Te puede llegar a pedir ver, al machango, entre 1000 y un millón de veces en menos de minuto y medio lo que por otra parte supone un infierno en vida para ti y un deseo "machacón" para tú retaco a pesar de que finalmente acabas cediendo y como Aladino: "sus deseos son ¡ORDENES!"... Pero eso es otro tema.
Me veo de tournée por los supermercados canarios con mi Mini-Yo y el MUSICAL: "¡Hostia D. Pepito ¡Hostia D. José." ¡¡TRUNFO, SEGURO!!

viernes, 11 de noviembre de 2011

Ya me veo como el padre del artista...

No fue un espejismo. La imagen me dejó perpleja, pasmada. Y se describe tal que así.  Sentado en su sillita, con la mandíbula pegada a su pecho, la mirada hacia abajo, casi como un reflejo de adoración a un Tótem. Sosteniendo entre sus manos, como si de un emblema protector se tratara, el que hasta ahora es, ha sido y será-creo que por mucho tiempo- el juguete favorito y el tesoro más preciado para mi aprendiz de "Gollum": LA PELOTA, BALÓN O ESFÉRICO. He de ir familiarizándome con la jerga futbolística pues parece que el niño apunta maneras. O eso es lo que dice MI QUERIDÍSIMO; el padre del artista.
Este objeto, de origen chino, ¡como no! Ha resultado ser el bálsamo de mi BG3. Me explico: B( Bruno); G (Gálvez) le daré la alegría al padre por "dejarle" utilizar su apellido para la futura estrella del fútbol y próspera marca de merchandising; y 3, -porque algo me tendré que llevar yo- en la futura camiseta- sea del Madrid o Barça-, botas, calcetines, joyas, tatuajes- al más puro estilo Beckan-, que exhiba, mostrará el número 3 en honor a su madre; la que escribe.   
¿Porqué cuento todo esto? Resulta que el otro día, en nuestro habitual y rutinario paseo de la tarde, decidimos subir a La Laguna pues acompañaba el tiempo, oportunidad que no se debe desaprovechar pues son pocas, la verdad. 
Como si de una rutina se tratara, BG3 nos "obliga" a hacer una parada, por decreto, en una plaza a la que el llama: "el banco". Lógicamente porque está llena de ellos. La plaza es una de nuestras favoritas; por espacio, porque no tiene peligro de tráfico y porque está rodeada de comercios y terrazas para tomarte algo mientras nuestro intrépido e impaciente futbolista le pega "PA-TA-DO-NES" al balón. 
Obedeciendo ordenes, nos sentamos. Dos minutos, creo que permanecí inmóvil observando como Bruno jugaba, más abstraída y pendiente de otras cosas que de mirar la peripecias y mañas de mi cachorro. Así que ni corta, ni perezosa decido ahuecar el ala dejando a mi gamonito y a mi queridísimo disfrutando de unos pases.
De regreso, la escena era la misma que cuando me..... ¿escaqueé? Padre e hijo dando balonazos a trote y moche. ¡De repente! El padre para el juego y se acerca a mi. En principio pensé que era para reprobar mi tardanza, pero no, la emoción de lo ocurrido le restaba importancia a mi huída. "Jo. Si vieras. Bruno le pegó tan fuerte a la pelota que la metió en un comercio. Y ¿ a qué no sabes que me dijo el que salió a darme el balón?" "No". Le contesté. "¡Qué de dónde había salido este niño! Que con la edad que tiene no veas la fuerza, la visión espacial y el control del balón. ¡Seguro que va pá futbolista! ¿Ves, cómo no son cosas mías? Ya son dos, las personas que me lo han dicho..."
 Ya veo a mi queridísimo como el padre del artista.  Al igual que la madre de Tamara; la Pantoja; la Jurado...o cualquier otra folklórica.
Mientras yo, al igual que curro; y padre e hijo se preguntarán: ¿Y mamá? ¿dónde estará?.... 
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