BAÑO DE REALIDAD (1)
Enfrentarse a la realidad, ésa, terca y opaca, no admite atajos y es de dimensiones monumentales. Además,viene acompañada casi siempre del temido “baño de realidad” que puede estrecharla hasta convertirse en una vía de sentido único pasando a un mundo de certezas totalmente previsible.
Consulta médica. Después de esperar una hora y cuarto, por fin llega mi turno. La médica me pregunta y le explico el por qué de mi visita. A continuación, realiza la exploración y da su diagnóstico. Regresa a su escritorio, me siento frente a ella mientras escribe en su ordenador. En ese instante, antes de despacharme definitivamente, afirma con contundencia: "necesitas justificante para el trabajo". Confieso que cuando oí esa afirmación dudé en decir la verdad, (que por desgracia soy un número más en esas "triunfalistas" estadísticas de empleo, para uso político de unos, mientras que para otros/as, entre las que me incluyo, resultan mentiras y banalidades partidistas), pero me llamó tanto la atención la seguridad que mostró al decirlo, que seguí la hebra. Seguí la hebra porque me pareció interesante improvisar un "silentium experimentum" exprés consistente en especular cómo el ser humano es capaz de construir, de-construir e incluso, destruir, la vida de alguien simplemente echando mano de dos elementos: imagen y género ergo: "certezas previsibles" "ireal realidad". Quizás creyó que era una profesional, empresaria, madre soltera, trajadora por cuenta ajena, casada con hijos/as, funcionaria, soltera...independiente... infinidad de perfiles, roles, imágenes dentro de una visión ireal, previsible y llena de certeza, la antesala de un retrato, me temo que, de lo que puede ser y aún no es....
BAÑO DE REALIDAD (II)
La realidad es como la sombra del ciprés, alargada y alcanza tanto a la belleza como a lo descarnado, tanto al incomprensible surco de la terca desigualdad como al más poderoso de los sueños: "vive y deja vivir".
Lavado de coches. Como siempre con prisas, decido dejar el coche y aprovechar la mañana para seguir haciendo todo lo planificado. Me acerco al chico, encargado del lavado, y le comento: - ¿A qué hora puedo venir a por el coche?
Respuesta:
Puede ir de tiendas, sin problema, no cerramos hasta las 8:00 de la noche.
Vaya, pensé! Resulta que hace unos minutos era una mujer profesional trabajadora y de repente soy .... ¿qué soy? La mirada de Gorgona que petrifica al adversario.
Baño de realidad: imagen, género, ireal realidad, estereotipos, certezas previsibles, micromachismos....¿la realidad es demasiado triste para reconocerla?¿ Se aprecia, al igual que se hacía en el siglo XVI, màs el porte de una mujer que su contenido?
BAÑO DE REALIDAD. Dos situaciones, dos interpretaciones distintas de la visión de una mujer hacia otra y de la visión de un hombre hacia una mujer que indican que aún no hemos llegado al final y sólo desde la última curva del camino se divisará todo el paisaje.
