jueves, 29 de marzo de 2012

LA RAINBOW: la NENG de NUBARIS


Para los que no lo sepáis, el pasado fin de semana estuvo de visita en casa el Hada Colorín; y ha sido una sorpresa para todos. Se trata de una muñequita, mascota de la guardería, de apariencia simpática y bonachona que todos los años acompaña,  en el aprendizaje y divertimento, a los niños del aula de los LEONES.

Pues bien. Hemos descubierto que la maga, más conocida, en ciertos ambientes de dudosa reputación, como: "LA RAINBOW", no es ni tan angelical, cándida e ingenua. Detrás de esa apariencia de bendita beata con sonrisa perpetua y rastas de colores se esconde un lado siniestro y turbio.

Quisimos que se sintiera como en su casa pero no me imagino que en NUBARIS, (el típico país de hadas, ya sabéis: dragones, unicornios, elfos...etc,), se beba cerveza, se eructe como un motero de los ángeles del infierno y además se jacte, excesiva y presuntuosamente, de hacerlo entre cinco y siete veces seguidas. LA RAINBOW, toda una personificación del recato.

E aquí una prueba de ello. Sé que quizás puede herir la sensibilidad de algunos padres y madres por la confianza depositada en la Hada, -que más que hada, diría HECHICERA-, como referente de adiestramiento, aprendizaje, amabilidad, cortesía y gentileza.

Advertir que las imágenes pueden ser impactantes. ¡Ojo! Si hay algún niño/a cerca: no dejéis que vean las imágenes es mejor que siga viviendo en la ignorancia e idolatrando a la joven "BRUJA".


Es tan buena hechicera, que quiso utilizar su magia con el propósito de encantar al resto de la "PANDI"con consignas subversivas como: "¡QUÉ  PASA NEEEENG!!!! ¡DJ EN CABINA! ¡SUBIDÓN, SUBIDÓOOOON!!!!!!


Pero a los chicos les olía raro el rollito de la NUBARIENSE. Así que en asamblea familiar se decidió desenmascarar a esta impostora....

Las imágenes las hemos conseguido gracias a la inestimable ayuda del camarada BOB ESPONJA que se infiltró en el aFTeR HoUrS disfrazado de gótico:

El pobre Bob, una vez nos entregó el material, nos contó que había pasado mucho miedo. "La Rainbow, es una auténtica RUINA"

Sólo me queda advertir que si un fin de semana os agencian a dicha INDIVIDUA, os aconsejo, ¡QUÉ LA VIGILÉIS! O LA ATÉIS EN CORTO.

P.D: Estamos aterrorizados por las posibles represalias. Así que en el caso de que nos ocurra algo hemos dejado copia de las fotos ante notario.

Lo más escalofriante es que nunca pierde la SONRISA. Juuuurrrrrr!!!


Dos de la mañana; "LA RAINBOW", tiene un peo como una venta.






















martes, 27 de marzo de 2012

Sin pelos en la lengua

¿Tiene usted pelos en la lengua? Esta era la pregunta con la que Evita Dinamita sorprendía a la audiencia del programa de la mañana de los 90´. Esta frase, que sonaba tan grosera cuando algún hogar era el afortunado de la llamada, me ha hecho pensar, sin devanarme los sesos, ni forzando meninges, que existe cierta similitud en el uso de la frase de la Sra. Dinamita con el discurso que utiliza mi  retoño de Mayo una vez que se apodera del teléfono. Esto es: decir frontal y francamente lo que piensa sobre un tema, en particular, o en este caso en una conversación tan descabelladamente e ilógica como son las que él mantiene al teléfono. De repente te puede estar hablando de lo que está haciendo en ese momento; como que de repente puede empezar a cantar. O como el otro día, que quería, por narices, introducir una foto por el auricular del teléfono para que la viera su Tata. (A lo mejor así se inventó el Fax. No lo sé.) O tocar las teclas del teléfono, a la vez que habla: "Ta- Pia-piiaapiapaa-Ta-Piaapaaapiii-Ta-ta..." ¡Qué arte! Le encanta. Puede ser, ¿que se esté comunicando con algún ser de algún planeta con vida "inteligente"? Quizás, para él, esta tierra, o mejor, este planeta, por no herir susceptibilidades, se le queda pequeño. No lo creo. A ver si un día me encuentro en la terraza de casa círculos y líneas misteriosas mientras aparecen luces en el cielo; como en la pelí de Mel Gibson sobre extraterrestres, "Señales". No lo creo: primero tendría que tener un maizal. Sin esto, es imposible cualquier tipo de comunicación extraterrestre. Y menos de invasión.
En fin, dejando a parte el circunloquio sobre ciencia ficción, y retomando el tema sobre los usos que del teléfono hace "Crispin Jander", decir que también suele echar mano de la "suplantación de discurso". ¿Qué es esto? Pues se trata, de una técnica usada por los ventrílocuos de la que nos hemos apropiado mi queridísimo, y yo para esos momentos de...."¡Niño, di algo! ¡Qué tu abuela está esperando!! Mientras  vas chivándoselo todo, y el nieto hace de papagayo, tú sostienes el dichoso teléfono apretándolo fuerte contra la oreja del menudo para evitar que se lo quite, lama, curiosee, esconda, tire, o simplemente se cruce de brazos y cierre la boca como si se la hubieran cosido. Y a la vez, lo agarras con la otra mano para atraparlo sin oportunidad de salir pitando. Os dais cuenta, ¿qué divertido, relajado y espontáneo es hablar por teléfono en mi casa? 
Ahora que como lo pilles en uno de esos días en los que casca hasta por los codos; que no mete lengua en paladar. Que el crío esta espléndido, desprendido, desatado en el uso de la palabra. Esos días son, desternillantes.
No hace mucho tuvo uno de esos días. Un familiar llamó a casa. Lógicamente preguntó por el canijo.
"Y, ¿Bruno?"
"Aquí está sentado viendo los dibujos. Bruno, ¿quieres hablar?"
"Si".
Rescata el aparato, al igual que el testigo en una carrera de atletismo, para dar paso al hilarante espectáculo.
"...Bien. Me lo he comido todo. Ya estoy durmiendo solito en la cama grande."
Contestaba de forma coherente. Nada absurdo. Espontáneo. Con mucho ánimo de conversar: algo que me sorprendió, la verdad. Aunque en el fondo sabía, que de un momento a otro soltaría el disparate. 
"Si. Yo soy un niño grande. Igual que el primito, el tite y la tita. Yo duermo con Mickey, Bob, Dora..." La Trinidad Peluchil, la llamo yo. 
Ya se le iba notando como la conversación, cada vez, le iba interesando menos. Se iba despintando más y más...
Quise poner en práctica la estrategia de "suplantación del discurso", pero no tuve lugar."¡Bruno! ¡Bruno!" Le reclamaba la persona que estaba al teléfono. "¿Qué has hecho hoy en la guardería?"

SSSSSSSILENCIO... 

Bruno, ni parpadeó. Estaba petrificado ante la televisión. ¿Estaría registrando algún tipo de fenómeno paranormal en la imagen estática de la tele? ¡Madre mía! Era igual que la niña de Poltergeist: " Ya están aquiii-iii..." ¡Escalofriante!
¿Bruno?
El pequeño Uri Geller, me mira como si estuviera hipnotizado, o mejor, idiotizado. Por un momento pensé que iba a doblar una cuchara. O me iba a decir los número de la Primitiva o el Euro-millón. Extiende su mano. Se va acercando a mi mientras le dice a la persona que esperaba hablando por teléfono como una descosida: " Bueeeno, te la paso...."

Así, tal cual. Con estas cuatro palabras dio por finalizada la conversación. Sin pelos en la lengua. Sólo basta imaginar la situación en la que uno tiene un pelo en la lengua: que dificulta la pronunciación por la molestia que ocasiona. Sin pelo, se pueden decir las cosas con absoluta claridad.
Lo que Eva Dinamita preguntaba, Bruno perfectamente hubiese contestado: " Esa es mi frase favorita. Yo no tengo pelos en la lengua..."
Debo aprender más de mi canijo y quitarme esos pelos que a veces molestan TANTO...

lunes, 12 de marzo de 2012

La suerte de llamarse Pedro

Sábado de cumpleaños. Cumpleaños familiar, nada multitudinario. Entre juego y juego llega el cuarto invitado a la celebración. Se realizan los oportunos saludos hasta dar con el canijo, que se está divirtiendo como un auténtico Macaco. 
"¡Pedro! ¿Conoces a Bruno?"
Pedro, encoge los hombros y con cierto tono socarrón dice. "No. Yo sólo conozco a Bruno Mars, el cantante." El niño, a sus 9 años demuestra tener un gran desparpajo humorístico.
Sin hacer pausa, después de este simpático chascarrillo, el canijo sale disparado cual cohete demostrando un gran interés y entusiasmo por la conversación. "¡Bruno! ¡Ven! Te voy a presentar a alguien."
El canijo reflexiona y da marcha atrás."Bruno, él es Pedro."
Pedro, resopla. Resopla y resopla dando la sensación de intuir algo que los demás ignorábamos.
A la vez que Pedro manifestaba su inquietud; el canijo demuestra estar más interesado por seguir el juego que por la presentación de un nuevo compañero de patio. " Hola, Pe..."  
El nuevo amiguito cerraba sus ojos y tapaba sus oídos. 
Frente a él, Bruno continuaba. "Pe...Pe...". 
"No. No. No." Suplicaba.
Hasta que..."Hola, Pedo."
"¿Ves? Lo veía venir. Siempre me pasa igual. ¡Es una suerte poner en la boca de los enanos mi  nombre!"


viernes, 9 de marzo de 2012

Presa de Pressing Catch


¿Cuál es el deporte nacional de la gran mayoría de los españoles? La siesta, ¿verdad? Una costumbre que consiste en descansar algunos minutos (entre veinte y treinta, por lo general, aunque se puede alargar hasta dos horas). Hasta Camilo José Cela, llegó a calificarla como el "Yoga Ibérico". Se sabe de los beneficios de ella. Alivia tensiones. Despeja la mente. Aumenta la capacidad creativa. Provoca sensación de bienestar. Es positiva para mantener una buena salud psíquica...etc,.
En casa, normalmente, el único que practica esta actividad tan saludable, es mi queridísimo. Una vez termina el almuerzo, se sienta en el sofá y literalmente se queda tieso como la MOJAMA. 
Ayer, como todos los jueves, se quedó con el terremoto mientras yo estaba en clases de inglés. Nada. Dos horas libres, que me he agenciado, con la excusa de hacer algo fuera de casa. Resulta que ese día es difícil que realice su sueño reparador, pues el canijo anti-siesta culo de mal asiento mosca cojonera, impide su ejecución. Os pongo en antecedentes.
Yo me las piro sobre la 16:20 y hasta las 19:00, le toca luchar en el ring con nuestro pequeño Hulk Hogan. Pues esta semana tiene más de luchador de pressing catch que de borregito de Perlán. Bueno, de borrego, también tiene algo.  
Fue superior a sus fuerzas mantener los ojos abiertos. En cuanto se sentó en el sillón los ojos se le comenzaron a cerrar como dos compuertas de pantano. Lentamente. Perdiendo visibilidad. Quedando indefenso, desvalido, al descubierto, (lo que demostraba su valentía y temeridad, ante la que se le avecinaba, todo sea dicho). Inconsciente. Narcotizado. Como un BENDITO. Imagino que incluso soñado con su idolatrado Lars Ulrich marcándose un solo de guitarra: seguro que su gesto era de los más angelical y tierno.
Hasta que. ¿Os acordáis de la banda sonora de TIBURÓN? Pues mientras estáis leyendo esto ponedla en vuestra mente. Sigilosamente. De la forma más sibilina. Paso a paso. Acercándose más a su presa. Uno. Dos. Tres.....¡¡¡¡ZAAAAAAAAAASSSSSSCA!!!!!! En toda la jeta de mi queridísimo. Como arma, el libro más grande y más duro que nuestro Terremoto Earthquake tiene de Bob Esponja. 
Mi queridísimo, completamente aturdido, enfurecido, colérico... Al borde del colapso por la tentativa de PARRICÍDIO. 
Mientras, Yokozuma (o sea, Bruno), en la otra punta de la casa escondido como un polluelo. 
Como cualquier ser humano con sentimientos, arrepentido, vuelve al lugar de los hechos. Cabizbajo, avergonzado, con cara de drama y mostrando preocupación por el herido. El padre con la barbilla rozándole los pies. Bruno, el último Guerrero, se acerca como un perrito buscando caricias, indulto y absolución. A mi queridísimo, se le ablanda el corazón olvidando el enfado mientras el cachorro entona: "Duérmete niño, duérmete ya!!! Duérmete niño, dueeeeermete yaaaaaaa!!!!...¿Diabólico? ¿No?

Antítesis de los beneficios de la siesta después de haber sido presa de Pressing Catch:

1. La siesta previene el envejecimiento y alarga la vida: en el caso de mi queridísimo, ayer casi fallece en el acto y a su cabeza se le sumaron tres o cuatro canas más, del estrés pasado.
2. Es bueno para mantener una belleza sana y natural, puesto que nos ayuda a reflejar luminosidad y frescor: a mi queridísimo se le reflejó, como una calcomanía, la cara de Bob en la suya cuando BG3 le estampó el librazo. Ahora, eso sí: lleno de frescor y luminosidad.
3. Y por último, combate la ansiedad y el estrés: ¡¡¡¡Quién co...jaljdñajfpoepqowijof, dice eso!!!! 



miércoles, 7 de marzo de 2012

Confesión en la pescadería

Hay distintos tipos de confesión. La confesión del penitente que declara los pecados cometidos. La confesión que se le hace a un amigo/a , a tu pareja, a tu madre. Realizadas en la más estricta intimidad. Bajo secreto de confesión, de sumario. Bajo llave. Hasta la tumba. 
Luego está la confesión espontánea, declarada o preguntada por otro. La que impulsa a exclamar "Wow" cuando algún detalle de la vida privada de alguien se hace público. Cuyo efecto, al igual que la exclamación, es fugaz: uno se asombra, y cuando dirige la vista hacia otro lado se olvida de lo que sucedió. Obviamente no todos los detalles privados de alguien producen el mismo efecto. Por ejemplo, decir que has birlado, alguna vez, en un centro comercial puede conllevar debates, críticas, discusiones y consecuencias de todo tipo a pesar de que la mayoría de las veces, cuando lo sueltas, la confesión se expande para terminar todos confesando, que también lo han hecho. Da la sensación de que si eliges algo que intuyes que todo el mundo también ha podido hacer, puedes incluso llenarte de gloria pues: "es sólo una pequeña fechoría. ¡Wow!" Al igual que cuando tus padres te confiesan que comenzaron a fumar con 7 u 8 años. ¡Qué barbaridad! Dirían algunos abanderados de distinciones entre lo que es o no, políticamente correcto. 
Con lo cual, la confesión puede ir de la mano de la discusión, de la polémica o de la reflexión. Lo interesante, para mi, es saber distinguir en qué momento una confesión puede provocar el ¡Wow!, o en que momento se ha de decir algo que merezca la pena comentar o discutir.
En mi caso, hoy, mi "sofisticada" confesión en la pescadería me ha provocado un ¡WOW! superlativo, celebérrimo, extraordinario. Entre samas, calamares, chopitos y cherne estaba haciendo confesiones sobre mi vida con mi pequeño "calamardo". Increíble, pero cierto. Allí estaba yo, como cualquier otra madre en el mercado de abastos: con mi cesta, mi cartera debajo del sobaco y mi chandal: arreglada, pero informal, como diría Martirio. Intercalando, entre 1/2 kgr de chopitos y anillas de calamar, las andanzas de mi Pezqueñín. 
Es o no,  de ¡WOW! Conociéndome, si. 

lunes, 5 de marzo de 2012

Muy Punk

"...Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. El que tenga esas tres cosas que le de gracias a Dios. Pues con ellas uno vive libre de preocupación..."

Esta era una de las canciones del cassette del Renault 6 blanco, de mi padre que nos acompañaba como banda sonora en el trayecto de mi pueblo (Órgiva) a uno de los más próximos dentro de la zona de la Alpujarra en aquellos maravillosos y añorados domingos post-futboleros.  
Ese día se aprovechaba para todo. Churros mañaneros; ropa de bonito; limpieza de zapatos de toda la familia y seguimiento, al más puro estilo hooligan, del partido de fútbol de mi padre. Y después, comida en la Alpujarra para descargar tensión. Que más que comida era una peregrinación de bar en bar por todo el barranco del Poqueira,- Capileria, Pampaneira y Bubión-, para en cada uno de ellos tomar el respectivo vino costa, acompañado de migas con tocino o de una ración de papas a lo pobre con longaniza. (Vamos, lo más recomendable después de la tensión del clásico derby entre equipos de gran competencia histórica como un Órgiva-Lanjarón,- calificado de alto riesgo-, y de frío invierno, o no, por que, que yo recuerde también lo hacíamos en verano con temperaturas de más de 30º.) En fin. Luego, con el tiempo, la edad y la experiencia, entendí por qué mis padres cuando llegábamos a casa nos dejaban viendo la televisión y ellos, sin mediar palabra, se iban directamente a la cama. Entre el vino que se mandaban y las curvas del camino llegaban básicamente, lo que es: PEDO o COMO UNA CUBA. Recuerdo esa frase de mi madre: "Antonio, cuidado. Vete despacio que me mareo." Si. Que fina mi madre. En realidad su deseo  era expresar :"Antonio,¡ joder! ¡Qué echo la POTA!" O la costumbre de mi padre de pitar en cada una de las curvas cerradas de la carretera hacia la Alpujarra para, según el: "Pito, por si hay conejos y asustarlos." Conejos, si. Gamusinos verdes, es lo que veía con el pedal que llevaba.
¿Y todo esto? ¿Por qué? Este briefing sobre "Cuéntame qué paso en la Alpujarra" lo cuento porque ayer en casa sucedió algo que me hizo pensar en las cosas que nos interesan y a las que damos importancia y valor. Para mi padre, en aquella época, era el domingo de descanso. Que aprovechaba para ir al fútbol, pegar cuatro balonazos para descargar y luego marchar con la familia a pasar todo un domingo clásico. Para mi madre era la organización y planificación de todo el plan de ruta. Y para nosotros, para mi hermano y para mí, era el hábito de poner ese cassette, una y otra vez, cantando hasta desgañitarnos por la emoción y la felicidad de poder compartir un día entero con nuestros padres, pues eran pocos.
Las cosas ahora, sin embargo han cambiado bastante. O quizás no tanto. No lo sé. Igual es un tópico. Al hombre, le sigue interesando, dentro de su radio de acción privada, dos, o tres cosas calificadas como TERRITORIO COMANCHE para quién ose usurparlas e invadirlas. Ayer lo pude comprobar. Los grandes tesoros, trofeos y joyas son: coche, moto y iphone, (por que ahora no se dice: "Tengo un teléfono". Ahora se dice: "Tengo un iphone4. Tengo un Samsung Galaxy. O, "tengo un Smarthphone."Eso da prestigio social. Denota éxito, importancia. Es chulo. Chachi. Y eso, a los hombres, les gusta. Para que nos vamos a engañar. A parte de, ¿no sé por qué?, existe una obsesión por tener cualquier tecnología, cuanto más novedosa, más botones, y más chorradas tenga, mejor. Por el simple echo de tenerla, aunque no tengan NI IDEA DE COMO USARLA!!! Les mola que te cagas), bueno, como iba diciendo, tres posesiones que se guardan, se cuidan y se miman como el  celo de una huelga, a la japonesa. La obsesión por el: "¡NO TOQUES, QUE LO ROMPES! ¡NO TOQUES, QUE LO MANCHAS! ¡NO TOQUES, QUE NO SABES!", es, exasperante, y de niño de patio de colegio. Pero, aún así, son máximas que tienes que respetar, como si de las escrituras sagradas se trataran. Por tanto, este derecho con ánimo de dueño que puede llegar a enfurecer y a irritar enormemente por el simple hecho de acercar, rozar, tocar, curiosear o acariciar coche, moto o iphone: ¿hasta qué punto se es permisivo cuando tienes hijos?
En uno de esos momentazos,  Krystian Zimerman, del canijo, que por lo general suelo grabar con lo que me he hecho de una discografía bastante amplia de la que mi queridísimo no estaba puesto al día, decido escuchar las siguientes piezas guardadas del año anterior comprobando los cambios y avances en la media lengua de mi pequeño charlatán. Lo que lógicamente provoca las risas y carcajadas de toda la familia gracias a mi trofeo: crear una biblioteca sonora de recuerdos.
Llega la tarde. En casa. De nuevo, otro momento barcarola del gondolero Bruno. Mi queridísimo escucha el canturreo y se apresura a coger su iphone mientras dice: "Yo también quiero grabarte. Como mamá."
Pavarotti, mientras: "lalallaalalalalalala..."Mi queridísimo se acerca y le dice: "Canta, Bruno. Venga." Basta que le digas a un niño que haga algo, para que no lo haga. Efectivamente, así sucedió. "Canta. Venga. Bob Esponja. Bob Esponja." 
Bruno, accede a trancas y barrancas. Pero accede a su manera. Arrimándose la pantalla del iphone a  su boca, impidiendo que pasara el aire. El color de la cara de mi queridísimo: rosadoo, moradooo, rojoooo....Pero manteniendo el tipo. A pesar de ello, aunque eso sí, limpió, relimpió, dos, tres y hasta cuatro veces, las maravillosas y pueriles ba-bas de su inquilino comunista, siguió insistiendo. "Bruno. Venga. La canción de Skizzo. A-bre los o-jos que el cie-lo......" "¡Qué no! ¡Qué no!" Replica, Bruno. Mi queridísimo erre, que erre : "Vengaaa, Bruno."
El baby-heavy agarra el brazo de mi queridísimo, se acerca el iphone a la boca, pegado, pegado, pesadísimo. Y cuando mi queridísimo cree que va a entonar algo, el aprendiz de Ozzy Osborne le suelta...  TRE-MEN-DO ESPUTO como un día de fiesta al gran trofeo de las tecnologías de la información del siglo 21 y de su estupefacto y pasmado padre. 

Ahora el gran trofeo de mi queridísimo será tener en su biblioteca del recuerdo el primer escupitajo, en   DIRECTO, de su hijo manifestando con una actitud, muy PUNK, su disconformidad con el neoliberalismo y dejando claro las tres cosas que son  importantes para él: 
1.- No molestar cuando está viendo los dibujos. 
2. No insistir más de dos veces en que repita acciones que surgieron de manera espontánea. 
Y, 3. Preguntar, todos los días, cuando se despierta: ¿hoy hay cole?...


jueves, 1 de marzo de 2012

365 días


El uno es un número importante. Uno es Sportacus,  Arguiñano y Bob Esponja.  
Uno es el símbolo de un año, que es el periodo que tarda la Tierra en orbitar una vuelta alrededor del Sol. 
Uno es la moneda que pone en funcionamiento la sonrisa de mi pequeño meteorito cuando la guarda en su monedero de Spider-man.
Uno es el beso que me planta el renacuajo cada vez que me ve triste. Uno es un Te Quiero. Uno es un abrazo. Y hoy es uno, uno de Marzo. Hace un año, 365 días 6 horas 9 minutos y 9,76 segundos que cumple este blog. Un año. Increíble, pero cierto.


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