De corazón y científicamente se dieron las condiciones idóneas de temperatura. Era el día. Así lo comprobé en el calendario. Dispuesto en el frente de batalla , mandoble tras mandoble, el resto no era competencia para mi: mi velocidad y mi fuerza me daban la seguridad del emperador carolingio.
-¿Hiciste tus ejercicios de calentamiento?
-Si. ¡Cómo si me estuviera adiestrando para un combate!..
La épica aventura había concluido.
El test calló sobre la mesa. Negativo.
-Llegué al campamento ayer. Es mi primera batalla. ¿Quizás no soy el que esperabas?
-No te disculpes. Este NUNCA seguro que esconde un OJALÁ...Dijo confiado, el óvulo al espermatozoide.
sorprendente, me gusta!!!
ResponderEliminarSi? Esta simpático, no?
EliminarBeso