Madre sólo hay una, ¿pero tipos? ¡Miles!

El inicio de curso escolar trae consigo una nueva etapa vital en la vida del canijo y en la mía. Conlleva aprender, a aprender de nuevo. Aunque suene redundante, es así. Pero además, se comienza la toma de contacto en el maravilloso, emocionante y asombroso mundo de las relaciones sociales escolares de los Papás y Mamás; somos una piñasuperchachisuperchulimegaguay. No somos malos padres.  Somos perfectos...
Si. Bienvenidos al club de los padres y madres felices. A las reuniones de: ¿tienes una pregunta para mi? A los grupos de Facebook. A las convivencias tipo colonias parroquiales. A, "nos vemos en el parque." A, a, a, a...
Cohibidos y silenciosos. Diligentes y aplicados. Preguntones y discretos. Chistosos y listillos... Toda una fauna de procreadores con la que el avezado maestro deberá bregar cual sargento de hierro instruyendo a un grupo de novatos, apurados, nerviosos e ignorantes marines para impregnarles de tranquilidad y heroísmo paterno-filial al más puro estilo cuartelero. Con seriedad, rotundidad y sin remilgos: "aquí, se viene a trabajar. A formar alumnos." Y es aquí, en éste punto, cuando el profesor pronuncia estas frases, donde observo que madre sólo hay UNA, ¿pero tipos? ¡MILES!

Madre-ensayo-error Es la que ensaya, sin saña ni alevosía, pero ensaya, con por ejemplo comerse un   yogur aunque esté caducado. ¿Te ronchas? Error. Así, sortea la vida. Están seguras que eso hará más fuerte al niño practicando el "prueba a ver".
Madre, por el ¡Amor de Dios! Yo, ¡yo no podría! O, las que no te dejan comerte el yogur cuando está caducado. Leen y memorizan prospectos de medicinas. ¡Cuidado! Es su palabra favorita. "No te subas ahí qué te vas a caeeeerrrr! ¡Ten cuidado con la puerta qué te vas a pillar los deeeedosss! Enfermizamente exagerada. Son de las que piensan que los caramelos que te da un extraño contienen droga o que si estás a 10m de algún fumador puede que su hijo desarrolle un cáncer de pulmón. Su peor enemigo, Diógenes. Espeluznantemente pulcra, nunca verás al niño con un moco colgando, y exageradamente relamida. Es capaz de pedir el test de ELISA antes de que le den un beso a sus hijos.
Madre, que me da un chungooo, Os pongo en situación. El padre mientras su mujer comienza a quedarse sin oxígeno variando su ritmo cardiaco, éste, está remangándose para saltar cual Sandokan sobre su esposa y proceder a practicarle la reanimación cardiopulmonar al oír frases que comienzan sin poder terminar: " Tú hijo..........." para ipso facto lanzarse a pensar lo peor, -"Mi pequeñín. Mi osito de peluche. Mi cari.  Mi nené. Mi...mi...mi...¡Es un bebé!"-, sintiendo como se le entumece toda la espina dorsal. Rígida. Yerta. Al borde del paroxismo.
Madre sobreprotectora ¿Cómo hacerle entender a una madre que su hijo de tres añitos, (porque los niños hasta los 18 años NO cumplen AÑOS sino que cumplen AÑITOS ¿Por qué? Siii, ya seeee. Es más tierno, dulce, ñoño, meloso. Son bebés. ¡YA sé que son bebés y NO macacos!) , si hace frío, (frío en CANARIAS según el termostato de la matriarca de la familia son 18º. Espeluznante, ¿no?. El niño puede sufrir una hipotermia y quedarse como un perro de escayola, TIESO), no le dejarán salir al patio sin el abrigo necesario?
Madre prusiana o encantadora de perros la teniente O´neil es el pitufo amoroso al lado de ella. Rígida y estricta. El método Suzuki es como la biblia o el janucá para cristianos y judíos, un referente. Cuando los niños cumplen dos años  han incorporado todas  las reglas de comportamiento social. No dicen groserías, dan las gracias, piden las cosas por favor, saludan educadamente...Y todo, gracias al inestimable adiestramiento espartano de la madre oficial de la S.S que soluciona cualquier desliz con una amenazante, asesina y heladora mirada..."te envío al inframundo en un nanosegundo."
Y por último una mezcla de madre cool, new age es divertida, canchera, de buena onda en su casa dejan que todos los niños hagan y deshagan; reina el caos y la indisciplina. Mientras que la new age, lo suyo son las causas sociales y el pensamiento positivo. Lleva a sus hijos a toda manifestación, movilización, protesta y seminario de yogi que haya en la faz de la tierra. Odia la televisión y el ordenador. E intenta convencer a toda costa de que lo mejor es hacer talleres de reciclaje y huertos ecológicos.
En definitiva, las madres son seres hermosos, pacientes y tiernos. Y el profesor tiene que hacer frente a toda esta variedad en cursilería, en exagerada protección, en empalagosa actitud, en cargante prepotencia y en el flower-power. ¿Cómo? Agarrándose los machos para salir por la puerta grande en la faena de camelárselas como si de un encaste de toros de lidia se tratara. Tarea nada fácil, ¿verdad?
Pero así es la maternidad. Y así somos las madres. Aunque MADRE sólo hay UNA.