lunes, 5 de marzo de 2012

Muy Punk

"...Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. El que tenga esas tres cosas que le de gracias a Dios. Pues con ellas uno vive libre de preocupación..."

Esta era una de las canciones del cassette del Renault 6 blanco, de mi padre que nos acompañaba como banda sonora en el trayecto de mi pueblo (Órgiva) a uno de los más próximos dentro de la zona de la Alpujarra en aquellos maravillosos y añorados domingos post-futboleros.  
Ese día se aprovechaba para todo. Churros mañaneros; ropa de bonito; limpieza de zapatos de toda la familia y seguimiento, al más puro estilo hooligan, del partido de fútbol de mi padre. Y después, comida en la Alpujarra para descargar tensión. Que más que comida era una peregrinación de bar en bar por todo el barranco del Poqueira,- Capileria, Pampaneira y Bubión-, para en cada uno de ellos tomar el respectivo vino costa, acompañado de migas con tocino o de una ración de papas a lo pobre con longaniza. (Vamos, lo más recomendable después de la tensión del clásico derby entre equipos de gran competencia histórica como un Órgiva-Lanjarón,- calificado de alto riesgo-, y de frío invierno, o no, por que, que yo recuerde también lo hacíamos en verano con temperaturas de más de 30º.) En fin. Luego, con el tiempo, la edad y la experiencia, entendí por qué mis padres cuando llegábamos a casa nos dejaban viendo la televisión y ellos, sin mediar palabra, se iban directamente a la cama. Entre el vino que se mandaban y las curvas del camino llegaban básicamente, lo que es: PEDO o COMO UNA CUBA. Recuerdo esa frase de mi madre: "Antonio, cuidado. Vete despacio que me mareo." Si. Que fina mi madre. En realidad su deseo  era expresar :"Antonio,¡ joder! ¡Qué echo la POTA!" O la costumbre de mi padre de pitar en cada una de las curvas cerradas de la carretera hacia la Alpujarra para, según el: "Pito, por si hay conejos y asustarlos." Conejos, si. Gamusinos verdes, es lo que veía con el pedal que llevaba.
¿Y todo esto? ¿Por qué? Este briefing sobre "Cuéntame qué paso en la Alpujarra" lo cuento porque ayer en casa sucedió algo que me hizo pensar en las cosas que nos interesan y a las que damos importancia y valor. Para mi padre, en aquella época, era el domingo de descanso. Que aprovechaba para ir al fútbol, pegar cuatro balonazos para descargar y luego marchar con la familia a pasar todo un domingo clásico. Para mi madre era la organización y planificación de todo el plan de ruta. Y para nosotros, para mi hermano y para mí, era el hábito de poner ese cassette, una y otra vez, cantando hasta desgañitarnos por la emoción y la felicidad de poder compartir un día entero con nuestros padres, pues eran pocos.
Las cosas ahora, sin embargo han cambiado bastante. O quizás no tanto. No lo sé. Igual es un tópico. Al hombre, le sigue interesando, dentro de su radio de acción privada, dos, o tres cosas calificadas como TERRITORIO COMANCHE para quién ose usurparlas e invadirlas. Ayer lo pude comprobar. Los grandes tesoros, trofeos y joyas son: coche, moto y iphone, (por que ahora no se dice: "Tengo un teléfono". Ahora se dice: "Tengo un iphone4. Tengo un Samsung Galaxy. O, "tengo un Smarthphone."Eso da prestigio social. Denota éxito, importancia. Es chulo. Chachi. Y eso, a los hombres, les gusta. Para que nos vamos a engañar. A parte de, ¿no sé por qué?, existe una obsesión por tener cualquier tecnología, cuanto más novedosa, más botones, y más chorradas tenga, mejor. Por el simple echo de tenerla, aunque no tengan NI IDEA DE COMO USARLA!!! Les mola que te cagas), bueno, como iba diciendo, tres posesiones que se guardan, se cuidan y se miman como el  celo de una huelga, a la japonesa. La obsesión por el: "¡NO TOQUES, QUE LO ROMPES! ¡NO TOQUES, QUE LO MANCHAS! ¡NO TOQUES, QUE NO SABES!", es, exasperante, y de niño de patio de colegio. Pero, aún así, son máximas que tienes que respetar, como si de las escrituras sagradas se trataran. Por tanto, este derecho con ánimo de dueño que puede llegar a enfurecer y a irritar enormemente por el simple hecho de acercar, rozar, tocar, curiosear o acariciar coche, moto o iphone: ¿hasta qué punto se es permisivo cuando tienes hijos?
En uno de esos momentazos,  Krystian Zimerman, del canijo, que por lo general suelo grabar con lo que me he hecho de una discografía bastante amplia de la que mi queridísimo no estaba puesto al día, decido escuchar las siguientes piezas guardadas del año anterior comprobando los cambios y avances en la media lengua de mi pequeño charlatán. Lo que lógicamente provoca las risas y carcajadas de toda la familia gracias a mi trofeo: crear una biblioteca sonora de recuerdos.
Llega la tarde. En casa. De nuevo, otro momento barcarola del gondolero Bruno. Mi queridísimo escucha el canturreo y se apresura a coger su iphone mientras dice: "Yo también quiero grabarte. Como mamá."
Pavarotti, mientras: "lalallaalalalalalala..."Mi queridísimo se acerca y le dice: "Canta, Bruno. Venga." Basta que le digas a un niño que haga algo, para que no lo haga. Efectivamente, así sucedió. "Canta. Venga. Bob Esponja. Bob Esponja." 
Bruno, accede a trancas y barrancas. Pero accede a su manera. Arrimándose la pantalla del iphone a  su boca, impidiendo que pasara el aire. El color de la cara de mi queridísimo: rosadoo, moradooo, rojoooo....Pero manteniendo el tipo. A pesar de ello, aunque eso sí, limpió, relimpió, dos, tres y hasta cuatro veces, las maravillosas y pueriles ba-bas de su inquilino comunista, siguió insistiendo. "Bruno. Venga. La canción de Skizzo. A-bre los o-jos que el cie-lo......" "¡Qué no! ¡Qué no!" Replica, Bruno. Mi queridísimo erre, que erre : "Vengaaa, Bruno."
El baby-heavy agarra el brazo de mi queridísimo, se acerca el iphone a la boca, pegado, pegado, pesadísimo. Y cuando mi queridísimo cree que va a entonar algo, el aprendiz de Ozzy Osborne le suelta...  TRE-MEN-DO ESPUTO como un día de fiesta al gran trofeo de las tecnologías de la información del siglo 21 y de su estupefacto y pasmado padre. 

Ahora el gran trofeo de mi queridísimo será tener en su biblioteca del recuerdo el primer escupitajo, en   DIRECTO, de su hijo manifestando con una actitud, muy PUNK, su disconformidad con el neoliberalismo y dejando claro las tres cosas que son  importantes para él: 
1.- No molestar cuando está viendo los dibujos. 
2. No insistir más de dos veces en que repita acciones que surgieron de manera espontánea. 
Y, 3. Preguntar, todos los días, cuando se despierta: ¿hoy hay cole?...


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