El que sabe lo que busca
no pierde el tiempo por mucho
que tarde en encontrarlo.
Ella, seguramente nació sabiendo qué quería, sí, estoy segura, la reconozco en estas
palabras, hace bastante tiempo que la conozco y aunque su vida ha dado muchas
vueltas, su deseo, su gran inquietud, su motivación, su gasolina era
reconocerse como una mujer con las cosas claras, con metas, con proyectos,
miles de ellos. Resolutiva, libre, trabajadora incombustible, sin tiempo de
hacer nada más porque ella lo que quería ser era:
"una mujer independiente”,
comerse el mundo, recorrerlo de punta a punta, sin que se le cayeran los anillos
para conseguir aquello que perseguía desde temprana edad.
Ella, no es una persona que piense en hacer daño para conseguir alguna ventaja, tan
sólo es una mujer mundana en cuya cabeza pesaba la idea de la independencia
como su plan ideal de vida. Pero también se paseaban otras decenas de sueños
unos apenas empezaban a desarrollarse en su imaginación cuando otros alcanzaban
su meta, mientras quizás los terceros se aniquilaban y aún así, nada le impedía seguir adelante
Ella es pura energía, celeste, púrpura, rosa, violeta, luz, pura luz; y ante
semejante incandescencia, similar a la de un jefe en el campo de batalla cuando
se le ocurren miles de ideas afortunadas que apenas tiempo de realizar, danza
de aquí para allá siempre con el ánimo y el espíritu que años atrás no dejaba
pasar la oscura pesadilla de los fracasos personales. Pero a pesar de todo,
ella desafió a la gravedad resolviendo sin contemplaciones ese nudo gordiano
con la inteligencia y la responsabilidad de aquellos/as que aprender a vivir
con el dolor y la miseria.
Ser
y tener, somos andando, aprender haciendo, estas son sus grandes competencias
que la define como un ser excepcional, como aquel jardín donde el silencio es
amor. Ésa eres tú. ¡¡Ésa es MI MADRE!! Aquella que conserva los rasgos de esa
belleza que sólo es vista por unos/as pocos/as entre los/as que me encuentro, y
doy gracias por ello. Porque tenerte como MADRE no es poco cosa, no. Tenerte
como MADRE es como cuando el amor nos es revelado de mil maneras y formas y
entre ellas, está aquella por la que todos/as nos permitimos florecer fuera de
las fronteras privadas de nuestro origen, porque gracias a ti, MAMÁ, consigo la
fuerza que muchas veces no encuentro, para ordenar mi mundo. Porque gracias a
ti, celebro mis triunfos como tuyos. Porque gracias a ti, la autenticidad no la reconozco como algo superfluo. Porque gracias a ti, a tu recta naturaleza,
tan criticada en mi alborotada adolescencia, hoy la siento como un notable
valor. Porque gracias a ti, mi niñez recuerdo vivirla con la generosidad de
alguien que da mucho y pide poco. Porque gracias a ti, he aprendido a que todo
acaba y empieza otra vez sin desconsuelo, porque reinventarse no es un lujo si se hace desde la
humildad.
Leí
una vez que colocar el mundo, nuestro mundo, desde otra perspectiva a la que
estamos acostumbrados/as cuesta, es difícil, sí, pero ayuda a eliminar de nuestra
cabeza la palabra quizá por otras que nos llenarán de certezas, amor y
seguridad y esas, MAMÁ, HAN SIDO LAS TUYAS DURANTE TODO ESTE TIEMPO QUE
LLEVAMOS JUNTAS:
¡¡AMOR
Y SEGURIDAD!!!
¡MAMÁ!
Gracias por ser ejemplo de un corazón sereno que resiste victorioso.
TE
QUIERO
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