Días de lluvia

Los días de lluvia remueven, anímicamente hablado, aunque lógicamente habrá opiniones diversas a favor o en contra de esta afirmación pero al igual que el orden es disciplina el desorden implica subversión, y en este plano me hallo yo. Los días de lluvia abaten, amodorran, adormecen. Los días así, donde el cielo no para de derramar lágrimas, creo que, y añado otra observación más, están directamente relacionados con la suerte y la probabilidad de sonreír o afligirse: dualidad meteorológica se podía definir.

Quiero escribir pero mi mente no encuentra no da orden a esa marabunta de pensamientos que devora la quietud de la reflexión. Giro la cabeza hacia la izquierda y observo como se mueven las hojas de un sauce llorón, pausadamente, como la brisa que a caricia el centeno. Es un balanceo hipnótico, lleno de serenidad, de natural libertad.

Necesito probar otra versión de mi vida…En ese momento me di cuenta que todo desapareció…Neurastenia…Declive ante el deterioro...

Días de lluvia ...la vida es drama pero la felicidad es la vida.