lunes, 17 de febrero de 2014

Guerra de sexos

No espero una alta vida, ni deseos anhelados que me hagan morir sin morir, es algo más terrenal, es algo, como diría uno con un poco de sesera, de convivencia entre personas, entre el género humano.




Bregar con dos machos, siendo la única hembra en casa, es difícil y cuanto menos complicado...

Lo diré de nuevo:

Bregar con dos machos, siendo la única hembra en casa, es difícil y cuanto menos complicado.......(puntualización), a veces.  Tampoco tengo queja. Pero, "los peros" existen y es de persona honesta no negarlos.

Seguramente que después de soltar esta frase, abierta y dada a la especulación, con matización incluida, irremediablemente cada cual estará haciendo sus propias conjeturas imaginándose cualquier cosa. Y como soy de carácter arriesgado y atrevido, ejerzo mi derecho de expresar lo que me venga en gana, sin miedo a censuras, en el único sitio donde sé que nadie me ve y menos me lee. ¿¿¡¡ O si!!?? Partiendo de aquí, de esta soledad cibernética, por si alguien tiene el descaro y la osadía de leerme les diré que se tranquilicen; que les daré mi explicación de este vivo sin vivir en mi.

Le tengo declarada la guerra al canijo, y al padre también, aunque a veces hagamos piña, pero son las menos cuando me trata de histérica o encolerizada feminista. Señores, al canijo comienzo a verle un rejo de profundo macho que no me gusta nada. Y si lo dejo, creo que la deriva que puede tomar lo puede convertir en qué se yo que cosa...Me pongo a pensar, sin poder evitar erizarme, imaginándomelo. 

Les pongo en antecedentes.

Como saben, en breve, se celebran los carnavales. Pues bien, llevamos como un mes, más o menos, por no decir desde Septiembre, con el dichoso tema: "¿Cuando son los carnavales, Mami? ¡¡Yo me quiero disfrazar de Spiderman!!" Quien lo dudaría, ¿verdad?

Hasta aquí todo normal las ganas, la ilusión, la diversión y el deseo de disfrazarse: lo normal en un niño, bueno, y no tan niño. Pero, pero, pero, no. La cosa no queda ahí. ¿Por qué? Uno: ante el ansia vivaracha del canijo, todos de acuerdo. Pero, dos: ante la dictadura en adjudicaciones de disfraces según el criterio: eres macho toca macho, eres hembra toca hembra, no hay acuerdo. NO-NO. La guerra de sexos, cuerpo a cuerpo, en éstas fechas carnavaleras, ha llegado al umbral de mi humilde morada.

El canijo ha decidido de qué se disfrazará la familia al completo cosa que no le voy a negar que haga, al contrario, feliz estoy de que así sea pero- ("el perito")-, respetando un consenso... Pero-(otro "perito piloto"), nanai de la china. El canijo, ejerciendo un despotismo ilustrado, se pasa el consenso y  el derecho a la libre elección por el forro de su madre, padre y así hasta la duodécima generación de forros de ascendientes y descendientes familiares:

- A ver Mami. A ver Papi. Yo, me voy a disfrazar de Spiderman, (es obsesión). Mamá de Hulka y Papá de Hulk.

Así, sin más. Sin dar opción. Pero, (¿¡¡cuántos "peritos" van ya!!?), aún así, a pesar de su terca y aplastante propuesta, me revelo contra ella.

- Canijo, ¿y por qué no me puedo disfrazar yo de Hulk y Papá de Hulka?

Cual ráfaga de viento huracanado

- ¡¡¡¡¡¡No!!!!! ¡No quiero!

Insisto.

-A ver pero, ¿por qué? ¿Por qué no quieres?

-Porque los niños se disfrazan de niños y las niñas de niñas. Y tú irás de Hulka y Papá de Hulk.

Vuelvo a insistir con mi discurso: "desmontando mitos de género".

- ¡Pero, Bruno! Una chica puede disfrazarse de superhéroe, si quiere. Al igual que un chico puede disfrazarse de chica, si quiere. No hay problema en eso.

Terco como una mula.

- ¡¡¡¡¡¡¡No!!!! Las chicas no pueden disfrazarse de superhéroes porque superhéroes son sólo los chicos. Además, a mi no me gustan las chicas.

Esto último, "no me gustan las chicas", lo dijo sin pensar y creyendo, lógicamente a sus cuatro años es difícil  saber en qué clase de berenjenales puedes meterte con éste tipo de temas, que así zanjaría la cuestión pero...(perito al canto) topó con la mare que lo parió que no hace distingos, consecuencia de su devoto entusiasmo en estas lides, sobre si su discusión la está manteniendo con alguien que alcanza el metro de altura e incluso que podía ser hasta su hijo, así que le apostillo, con actitud picara, para comprobar su capacidad de respuesta ante este delirante y ofuscado pensamiento nacido de la ira y la rabia.

- ¡Bruno! Yo soy una chica entonces, ¿ no te gusto?

Rápidamente.

- ¡No! Tú eres mi madre.

Las madres por lo visto, y según esta afirmación, no tenemos ni sexo, ni género ni ná de ná. Somos eso, madres.

- Si, tú madre pero una chica.
- ¡No! Tú eres una mujer.

-¡Anda! Ahora una mujer. Y las mujeres que somos, ¿¡¡rinocerontes, Bruno!!!!???

Se calla. Arruga el hocico. Cruza sus brazos delante de su pecho. Levanta la cabeza y suelta.

- Bueno, está bien, esta bien. Cambiaremos el disfraz.

Pensé, "¿he ganado la guerra o una batalla?".

- Vale, ¿de qué quieres que me disfrace?

Dos segundos. Tan sólo dos diminutos segundos tardó.

- De, de, de, (se le dibuja una sonrisa en su oronda cara), .....SUPER-MANA!!....


En honor a la verdad, ¿subestimo a mi hijo? ¿Suelto los puños y me rindo? ¿Abandono la palabra y me rindo?... No, rendirse es de cobardes y la vida es para los valientes.
La guerra de sexos continúa. ¿Quién saldrá victorioso?.....



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2 comentarios:

  1. JAJAJA Recuerdo verte con el pelo a lo Betty Boop y estabas guapísima, por tanto, de Supermana con ese caracolito en la frente vas a estar estupenda JAJAJA. Cómo me identifico en esa "lucha" de una con dos. Nosotras intentaremos mostrar la libertad de elección y que hay más que el blanco y el negro. Ellos maduraran y nosotras cruzaremos los dedos. Magnífica como siempre Yola. Bs

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    1. La suerte está echada. Muchas gracias por comentar guapetona. besos

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