Dado que no existen manuales donde se enseñe a ser madres o padres, educar a los hij@s es la obligación y el deber más exigente que podemos asumir en la vida. Estamos hablando de ser el vehículo transmisor para el desarrollo emocional e identitario de un nuevo ser. Por tanto, no es moco de pavo.
Esto es otro de los asuntos que trae aparejado la crianza de los hij@s. No me obsesiona, ni me atormenta, pero sí que me preocupa que mi hijo se convierta en una posesión y sea tratado como una prolongación de mi propio ego.
Creo que las madres y los padres debemos dedicarnos a cuidar a nuestr@s hij@s sanos, felices, libres e independientes. Sin entorpecer la creación de su propio imaginario. Por ejemplo, el intento y el esfuerzo de crear a la "super-hija" o él "super-hijo"; ser el o la mejor a través del juego, del deporte, de la ropa.. Puede desencadenar en un pérdida de la producción de la ilusión, la fábula, la curiosidad y del propio bienestar del retoño y tratar todo lo que tenga que ver con la educación, como un adorno que nos permite ascender en la jerarquía social fabricando adultos clonad@s a imagen y semejanza de sus progenitor@s olvidando los valores de la crianza más profunda y sincera: cariño, aceptación, amor, libertad...Hay que intentar que sepan darle enjundia, sentido y peso a cada cosa que se les enseña: "Contextualizar", como dirían l@s sociólog@s. ¿Qué sentido tiene que queramos que nuestr@s hij@s sean bailaril@s, lector@s empedernid@s, futbolíst@s, enfermer@s? ¿Qué jueguen con muñecas en vez de con camiones?
La educación de nuestr@s hij@s no debe ser una cuestión de vanidad y de ego; sino que nazca de la necesidad de investigar, de indagar, de escudriñar, de fisgonear junto a ell@s. De este modo, nos salvaremos, sin percatarnos de los condicionamientos que nos esclavizan, para darnos cuenta de que la EDUCACIÓN NOS LIBERA.
La educación de nuestr@s hij@s no debe ser una cuestión de vanidad y de ego; sino que nazca de la necesidad de investigar, de indagar, de escudriñar, de fisgonear junto a ell@s. De este modo, nos salvaremos, sin percatarnos de los condicionamientos que nos esclavizan, para darnos cuenta de que la EDUCACIÓN NOS LIBERA.
Cambiar, no cambiar. Esa es la cuestión. |
¿T@d@ l@ escribes así? ¿Qué cansad@ n@?
ResponderEliminar;)
(La forma se ve complicada pero el fondo lo suscribo 100%)